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Especialista en Teatro Venezolano

lunes, 1 de abril de 2013

Público - El Poder de lo Psicológico. Eurípides



Por: Roberto de Vries
(Médico Psiquiatra)







El Poder de lo Psicológico. Eurípides (480 a.C. – 406 a.C.)



Cuando uno evalúa las lecciones de poder fundamentales de este autor griego nacido hace casi dos milenios y medio, se puede pensar en la importancia que tiene la evaluación de la psicología del poderoso humano (héroe) y que, puede reconocerse, como consecuencia, en uno de los primeros trabajos sobre la psicología del poder que, a diferencia de los que otros autores contemporáneos con él, no abordaban las cualidades y los defectos de los héroes, no los humanizaban. Eurípides sí lo hizo, recordándonos que todo líder, todo héroe, no es más que un ser humano, mortal, con defectos y virtudes y que, cuando esto no se comprende, se está frente a graves peligros.


Las peores tragedias comienzan cuando
un ser humano débil se cree invulnerable y
un mortal héroe se cree imperecedero…

las peores tragedias sociales se evidencian cuando
quien se cree un héroe genera burlas y risas
que tiene que callar produciendo miedo.


Dos mil cuatrocientos ochenta y nueve años nos separan del nacimiento de este autor de tragedias que, con sus obras, realizó varias innovaciones en el mundo del teatro que hoy tienen validez y que se pueden resumir en colocarle debilidades a los héroes casi todopoderosos y el haberle dado un enfoque psicológico a los personajes de sus tragedias. De estos hechos se puede deducir que su gran lección de poder puede estar en el conocimiento y el manejo que tanto el héroe (que asociaremos con el líder que tiene y maneja un poder) como los que le rodean perciben, evalúan y se comportan frente a sus realidades psicológicas y humanas.

De esta manera cuando uno lee o ve, en gran parte de las obras de Eurípides, la profundización psicológica del personaje, enfrentándose a sus defectos y a los conflictos que les produce, uno puede pensar en la presencia de un excelente psicólogo que trataba de explicarse el mundo que veía y vivía a través de las interrelaciones entre las diferentes psicologías. Aquí, puede estar la gran lección de poder a que nos somete quien nació en Salamina, hace dos milenios y medio, saber captar las debilidades que tiene cada personalidad que tiene poder y que, a través del conocimiento y del manejo que tenga de ellas, es que –probablemente-, tenga efectos contundentes, positivos y negativos sobre quienes ejerce poder.

Ya sea en un proceso de autoevaluación como en otro en el cual se haga una evaluación crítica a quienes ostentan el poder, la identificación de las debilidades de cualquier tipo y de las fortalezas, generan un marco inicial para entender muchas dinámicas que han pasado, que pasan y que, incluso, podrán pasar en el futuro y que, más allá de Eurípides y de su concepción trágica (todo termina mal a pesar de todos los esfuerzos que se hagan), pueden explicar, justificar (contestar los por qué) y hasta legitimar (contestar los para qué) de las actuaciones de cada uno de ellos, dando el poder que se genera en el entendimiento de las realidades que, aunque nos sean adversas, colocan un marco de acción, completamente diferente, a cuando no se entiende nada de las dinámicas de poder que realiza un determinado líder.

Esta realidad pareciera ser enfática en toda lucha de poder, por tonta que pueda parecer. La ubicación de las principales debilidades de alguien que ejerce poder es algo que debe tener presente cada actor, héroe o líder, para confrontarlas con las propias y poder actuar de mejor manera ante esa realidad. 

Eurípides, con la introducción de la realidad psicológica del héroe, nos da pie para que reflexionemos sobre el poder que da el conocimiento psicológico, propio y ajeno.