El Día Mundial del Teatro se celebra el
27 de marzo de cada año a partir de 1961 por aclamación del Instituto
Internacional de Teatro (ITI) de la UNESCO en el marco de su Congreso de
Naciones; y entre los eventos que se realizan en el ámbito teatral para conmemorar
ese día figura, desde el año 1962, la difusión del Mensaje del Día Mundial del
Teatro en donde una personalidad de relevancia para el oficio y el espíritu en
general resulta invitada por el ITI para compartir sus reflexiones sobre el
teatro y la cultura de paz en el mundo. Este Mensaje Internacional se traduce
en más de 20 idiomas, se difunde en todos los medios de comunicación y es leído
a miles de espectadores en todo el planeta antes de las presentaciones de
teatro de ese día.
Venezuela ha tenido el
privilegio de llevar su mensaje del teatro al mundo en dos oportunidades, a
través de dos grandes personalidades de nuestra cultura como son: don Arturo
Uslar Pietri, en el año 1992, y el maestro Humberto Orsini, en el año 1995; de
quienes reproducimos los textos a continuación.
ARTURO
USLAR PIETRI
MENSAJE CON MOTIVO
DEL DÍA INTERNACIONAL DEL TEATRO
El teatro es la otra manera de vivir del
hombre, la otra manera de ser y de realizarse, de mirarse a sí mismo y de
plantearse continuamente su eterno conflicto. Esta es su inmensa validez y su
irremplazable papel. Bastaría lanzar la más superficial mirada al mundo de los
griegos para darse cuenta de lo que el teatro, eso que ellos llamaron teatro y
que no tiene mucho que ver con lo que hoy llamamos por el mismo nombre,
representaba en sus vidas. No era simplemente la posibilidad de una ‘catarsis’
que purgara al espíritu de sus impurezas y conflictos, sino otra manera de
seguir realizándose sin que apareciera una diferencia muy neta entre lo que
pertenecía al teatro y lo que pertenecía a la vida.
Los grandes momentos del teatro han sido,
precisamente, aquellos en que ha parecido convertirse en vida verdadera y en
experiencia real. No hay que olvidar que el teatro, que desapareció en
Occidente con el mundo antiguo, vuelve a aparecer mágicamente como parte del
culto religioso. La Misa misma no es sino una forma de drama litúrgico. Esto es
lo que hace que el teatro sea intemporal y que podamos hoy, según las circunstancias,
ver como cosa propia y actual el Prometeo de Esquilo, o
el Hamlet de Shakespeare, o La vida es sueño de
Calderón.
Hace muchos años tuve la extraordinaria
experiencia de ver convertirse en vida y actualidad, en la Comedia Francesa,
una escenificación de La paz de Aristófanes. Eran los días en
que los nubarrones presagiadores de la guerra mundial se acumulaban en el
horizonte, en que el fascismo levantaba su puño enguantado de hierro y en que
se vivía literalmente en una indefinida víspera de horror. Por uno de esos
milagros que sólo el teatro produce, las viejas palabras y la antigua escena se
volvieron vida verdadera y lo que allí decían los actores lo estaba diciendo la
conciencia de todos los que estábamos presentes en esa hora inolvidable.
Es ésta, precisamente, la grandeza única del
teatro y su incomparable don, que ha logrado sobrevivir con toda su
virtualidad, a pesar de las deformaciones y envilecimientos que un mundo
demasiado frívolo le ha impuesto.
En cada rincón del mundo, en cada momento en
que un ser verdadero se enfrenta con la vida, se podría sentir que se alza el
telón.
A.U.P.
Caracas, marzo de 1992.
HUMBERTO
ORSINI
MENSAJE MUNDIAL
DEL
DÍA INTERNACIONAL DEL TEATRO
1995
Cuando los hombres crearon a los dioses y comenzaron a
dialogar con ellos germinaron así la más remota noción del teatro.
Más tarde emprendieron los hombres la
búsqueda de la felicidad espiritual y recurrieron al teatro para ir al
encuentro del germen de la vida, y allí surgió la lucha entre la ficción y la
realidad, entre el ser y el no ser, entre la verdad y la mentira, entre el
vivir y el representar, entre la claridad y las tinieblas, y en esa lucha
paradojal encontraron que detrás de la mentira estaba la verdad, que detrás de
la muerte estaba la vida, que detrás de la ficción estaba la realidad y que
finalmente detrás de ese espejo cóncavo y aparentemente distorsionador que es
el teatro estaba la imagen nítida del hombre.
Ese maravilloso acto de amor y de pasión
que es el teatro ha tenido la afortunada virtud de descubrir a través del
hombre de la aldea al hombre universal, de revelarnos los torniquetes del ser
que están ocultos bajo la máscara de la mentira, ha develado la imagen cruel y
despiadada de los poderosos y la pasividad no siempre resignada de los
oprimidos, y ha historizado, finalmente, los acontecimientos más significativos
de que el hombre haya sido protagonista.
Los hombres inventaron los utopías en su
afán de construir mundos distintos a los conocidos y le dieron rienda suelta a
los sueños, pero a veces “los sueños, sueños son” y al despertar de ellos
encontraron que las cortinas de la imaginación habían bajado y frente a ellos
encontraron un mundo real lleno de bondades, pero al mismo tiempo encontraron
al hombre atrapado en una red de terribles y dolorosas realidades.
Solamente las obras que lograron
interpretar su tiempo y lo esencial del hombre del momento, las que se metieron
en el epicentro de las tempestades sociales, esas fueron las que superaron las
barreras del tiempo, de las ideologías y de los pensamientos y llegaron hasta
nosotros.
Ésas viven aún cada noche en los
escenarios mundiales. En cambio las que se quedaron en la periferia, las que
jugaron al malabarismo intelectual, esas se diluyeron en el tiempo o reposan en
los anaqueles de las bibliotecas.
Hoy el teatro parece haberse alejado de
la posibilidad de interpretar nuestro tiempo y las tormentas sociales y humanas
que padecemos, tanto locales como universales. Era claro que el teatro no hace
las revoluciones, pero ayuda a los hombres a comprenderlas y animarlas.
En este 27 de marzo de 1995, Día
Internacional del Teatro, me permito convocar a los hombres de teatro del mundo
para que le devolvamos al teatro su maravilloso poder de divertir, de conmover
nuestros corazones, de despertar nuestra conciencia frente a las terribles
desigualdades en que vivimos los hombres de este planeta, de detener la ira de
los guerreros conquistadores de pedazos de patrias ajenas, de transportarnos
aunque sea por unas horas a ese mundo aún desconocido que reposa en el fondo de
nuestro ser y de descubrir cada día nuevos lenguajes teatrales que permitan un
más efectivo diálogo del hombre con el hombre.
Humberto Orsini
Director, autor y pedagogo venezolano
Lista de Invitados para el
Mensaje del Día Mundial del Teatro
(ITI-UNESCO)
1962 Jean Cocteau (Francia)
1963 Arthur Miller (Estados Unidos de
Norteamérica)
1964 Laurence Olivier (Inglaterra) -
Jean-Louis Barrault (Francia)
1965 Anónimo
1966 René Maheu, Director General de
UNESCO (Francia)
1967 Hélène Weigel (Austria)
1968 Miguel Ángel Asturias (Guatemala)
1969 Peter Brook (Inglaterra)
1970 Dimitri Chostakovitch (Rusia)
1971 Pablo Neruda (Chile)
1972 Maurice Bejart (Francia)
1973 Luchino Visconti (Italia)
1974 Richard Burton (Inglaterra)
1975 Ellen Stewart (Estados Unidos de
Norteamérica)
1976 Eugène Ionesco (Rumania)
1977 Radu Beligan (Rumania)
1978 Mensaje Nacional
1979 Mensaje Nacional
1980 Janusz Warminski (Polonia)
1981 Mensaje Nacional
1982 Lars af Malmborg (Suecia)
1983 Amadou Mahtar M'bow, Director
General de UNESCO (Senegal)
1984
Mikhail Tsarev (Rusia)
1985
André-Louis Perinetti (Francia)
1986 Wole Soyinka (Nigeria)
1987 Antonio Gala (España)
1988
Peter Brook (Inglaterra)
1989
Martin Esslin (Hungría)
1990 Kirill Lavrov (Rusia)
1991 Federico Mayor, Director General de
UNESCO (España)
1992 Jorge Lavelli (Argentina) - Arturo
Uslar Pietri (Venezuela)
1993 Edward Albee (Estados Unidos de
Norteamérica)
1994 Vaclav Havel (Checoslovaquia)
1995 Humberto Orsini (Venezuela)
1996 Saadalla Wannous (Siria)
1997 Jeong Ok Kim (Corea del Norte)
1998 CINCUENTA ANIVERSARIO DEL ITI –
Mensaje especial.
1999
Vigdís Finnbogadóttir (Islandia)
2000
Michel Tremblay (Canada)
2001
Iakovos Kampanellis (Grecia)
2002
Girish Karnad (India)
2003
Tankred Dorst (Alemania)
2004 Fathia El Assal (Egipto)
2005 Ariane Mnouchkine (Francia)
2006 Víctor Hugo RASCON Banda (México)
2007 Sultan Bin Mohammed Al Qasimi
(Emiratos Árabes)
2008
Robert Lepage (Canada)
2009
Augusto Boal (Brasil)
2010 Judi Dench (Inglaterra)
2011 Jessica A. Kaahwa (Uganda)
2012 CINCUENTA ANIVERSARIO DEL DÍA MUNDIAL
DEL TEATRO
John Malkovich (Estados Unidos de
Norteamérica)
2013 Darío Fo (Italia)
2014 Brett Bailey (Sudáfrica)
2015 Krzysztof Warlikowski (Polonia)
2016 Anatoli Vassiliev (Rusia)
2017 Isabelle Huppert (Francia)
2018 SETENTA ANIVERSARIO DEL ITI-Mensajes regiones Unesco
2019 Carlos Celdrán (Cuba)
2014 Brett Bailey (Sudáfrica)
2015 Krzysztof Warlikowski (Polonia)
2016 Anatoli Vassiliev (Rusia)
2017 Isabelle Huppert (Francia)
2018 SETENTA ANIVERSARIO DEL ITI-Mensajes regiones Unesco
2019 Carlos Celdrán (Cuba)
2020 Shahid Nadeem (Pakistán)
2021 Hellen Mirren (Reino Unido)
2022 Peter Sellars (Estados Unidos)
2023 Samiha Ayoub (Egipto)