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Especialista en Teatro Venezolano

domingo, 20 de octubre de 2013

Museo - William Shakespeare


Y ese mundo de Shakespeare, esos héroes y villanos, jóvenes y viejos, amantes y amados, es el mundo que existe dondequiera que hay hombres.

El mundo creado por este gran autor es particularmente nuestro, es singularmente contemporáneo, porque posee la dicotomía anímica que nos obsesiona. Vivimos bifurcados; divididos en dos partes. Una de ellas deriva de nuestra incomprensión hacia el ambiente en que nacimos y en el que estamos existiendo. No logramos, como anteriores generaciones lo hicieron, establecer las reglas del juego y adiestrarnos en ellas. A menudo nos sentimos extranjeros en un mundo absurdo. La otra parte de nuestro ser aspira precisamente crear derechos que implanten igualdades y deberes que a la par inspiren nuevas conquistas tecnológicas y espaciales. Luchamos por deshacernos de toda injusticia humana y luchamos por erradicar la fatalidad del tiempo. Estamos bifurcados por esa dicotomía en nuestras almas que nos resta serenidad y simultáneamente nos da aliento.

En los personajes de Shakespeare nos encontramos frente a nosotros mismos. La incomprensión de Shylock hacia la sociedad a la cual él le pide justicia; la indecisión angustiosa de Hamlet; la soledad de Otelo, la desesperación, ya locura, de Lear; y el mundo imaginario que por necesidad Próspero se ha creado; todos son sentimientos nuestros. Como también son preocupaciones nuestras los razonamientos de Porcia sobre la clemencia; las responsabilidades ciudadanas del Príncipe Hal; el resentimiento de Otelo por la discriminación racial que sufre y el de Shylock por la religiosa; los peligros del poder civil de Coriolano; y el orden ideal de la isla irreal de Próspero. Al encontrar en unas y otras obras y personajes, facetas de la manera como somos, les otorgamos validez humana, y no meramente literaria o artística, y derivamos de ellas una comprensión  que nos ayuda a seguir adelante.

                                                                        Isaac Chocrón
  "Homenaje a Shakespeare"
  (fragmento)  




Macbeth y la aparición del espectro de Banquo - Théodore Chassériau



Macbeth y Banquo se encuentran con las tres brujas en el brezal - Théodore Chassériau



Macbeth a punto de asesinar al Rey Duncan - Robert Dudley



Lady Macbeth con los puñales - Henry Fuseli



Romeo y Julieta - Sir Frank Dicksee




La Reconciliación de los Montesco y los Capuleto sobre los cadáveres de Romeo y Julieta -
Frederic Leighton




Hamlet con Horacio, Marcelo y el fantasma - Henry Fuseli



La escena de la obra de teatro en Hamlet - Edwin Austin Abbey 



Hamlet ante el cuerpo de Polonio - Ferdinand Victor Eugène Delacroix



Hamlet y Horacio en el cementerio - Delacroix



Los dos hidalgos de Verona - Angelica Kauffmann



Otelo - Théodore Chassériau



Falstaff y Muñeca - Henry Fuseli




El Viejo Shylock - Charles Buchel
(El mercader de Venecia)



                     Titania - Henry Meynell Rheam
(Sueño de una noche de verano)



Oberon, Titania y Puck con las hadas danzando - William Blake
(Sueño de una noche de verano)


Los Príncipes en La Torre - John Everett Millais
(Ricardo III)


David Garrick como Gloucester en Ricardo III  - Francis Hayman



Mucho ruido y pocas nueces - Alfred Enmore



El Rey Lear, Acto 1 Escena 1 - Edwin Austin Abbey



Gonerila y Regania - Edwin Austin Abbey
(El Rey Lear)



Lear - William Dyce



Lear en la tormenta - Benjamin West



El Rey Lear - James Barry



Miranda - John William Waterhouse
(La Tempestad)